Lio Messi: Otro fracaso, nuevas preguntas

Lio Messi: Otro fracaso, nuevas preguntas

PSG ganaba, Messi se lucía y Mbappé resultaba imparable. De repente, lo que era una noche pletórica del equipo francés se transformó en una eliminación estruendosa, de las que generan consecuencias.

Miércoles 9 Mar 2022
Ariel Senosiain
porAriel Senosiain
Periodista argentino, comentarista de fútbol y autor del libro "Messi, el genio completo"

PSG ganaba, Messi se lucía y Mbappé resultaba imparable. De repente, lo que era una noche pletórica del equipo francés se transformó en una eliminación estruendosa, de las que generan consecuencias; por qué no, histórica. Un golpe más para la carrera de Leo, el recuerdo latente de aquellos resultados dolorosos frente a Roma y Liverpool mientras jugaba en Barcelona.

El regalo de Donnarumma fue la bisagra anímica. A Marquinhos y compañía se les vino encima el Bernabeu, y al PSG le aparecieron los recuerdos de otros papelones. Ni el talento de sus atacantes lo rescató. Ni Mbappé, que ya no pudo hacer diferencia; ni Neymar, casi ausente, ni Messi, que prácticamente no entró más en juego, más allá de una acción en la que trató de aquietar el ritmo, antes del 1-2, y el tiro libre que pasó cerca.

Se abre, entonces, una nueva serie de interrogantes alrededor de la figura de Lionel. Antes de este nuevo palazo, el debate giraba en torno a su juego. La falta de gol y un par de rendimientos decididamente flojos (no más que un par) generaron críticas sobre su nivel. Incluso el diario L'Equipe canalizó su postura crítica con los dueños del club calificándolo con un 3 en el partido de ida.

La eliminación suma preguntas para el debate: ¿acertó Messi en elegir el PSG? ¿Qué motivación le queda hasta mediados de año? Y más allá de ese horizonte que hoy parece lejano, ¿dónde debe seguir su carrera?

Comencemos a desplegar las respuestas. En caso de su elección, primero habría que contextualizar: no eran muchos los clubes en condiciones de contratarlo. Y él se decidió por una cuestión afectiva. La presencia de Paredes, Di María y Neymar, más un mensaje de Mbappé que no trascendió, fueron fundamentales. Leo se iba de la ciudad donde más tiempo había pasado en su vida, Barcelona. Era obvio que la afinidad pesaría más que el estilo futbolístico, la razón por la que en 2020 se había sentido seducido por Manchester City.

Le costará encontrar motivaciones en el corto plazo. La liga francesa no lo es. Lo era la Champions, su zanahoria de siempre en Europa. Y la del PSG en base a los petrodólares. Es el año del Mundial. Allí está el objetivo más importante para el 10 argentino, pero necesitaba llegar exigiéndose durante todo el año, a gran intensidad.

Queda analizar el tema del que seguiremos hablando en los próximos meses: su futuro. Si Mbappé se va, el PSG perderá buena parte de sus chances de pelear por la Champions. Sin embargo, Messi tiene contrato hasta 2023. Difícilmente quiera irse a mitad de camino, salvo que ambas partes lleguen a un acuerdo. Y esto último, que el club francés quiera su salida, parece difícil: recientemente ya le propusieron extender el vínculo hasta 2024.

La recuperación de Barcelona y la presencia de Xavi en el banco podrían actuar como un estímulo para su regreso. Pero el presidente sigue siendo el mismo que lo echó: Joan Laporta. Además, el entorno de Messi sabe que hubo un jugador que sugirió su salida, nada menos que Gerard Piqué. Sería muy difícil que Leo acepte una vuelta. Terminó la temporada fuerte para el PSG. También para su número 30, que llegó envuelto en una tremenda euforia popular y sintió en el Bernabeu lo que había sentido en esas últimas tristes jornadas futbolísticas del Barça. El karma se le dio vuelta: llegó a la gloria en la selección argentina, le quedó muy lejos en los equipos.

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