Uno de los puntos altos que tuvo el Liverpool en el duelo contra el Barcelona fue Mohamed Salah. El egipcio obligó como pocos a la defensa del equipo de Valverde y en el primer tiempo fue muy difícil de controlar para la última línea blaugrana.
Tan complejo fue difícil que Lenglet perdió un diente en su misión por detener al crack del Liverpool: "Perdí un trozo de diente, pero no es serio. ¡Estoy contento de seguir perdiendo trozos de forma regular si seguimos ganando!".
Para cerrar, el zaguero explicó luego del partido: "Fue un período del partido difícil. Tuve que adaptarme a la distancia a la que tenía que mantener a Salah. No puedes dejarle espacio para que juegue el balón en profundidad pero al mismo tiempo debes estar lo suficientemente cerca como para entrarle en el momento apropiado".