Martes 10 Dic 2019
El Liverpool liquidó al Red Bull Salzburgo en solo un minuto. Primero fue Keita, quien al minuto 57 estampó el 1-0. Y sesenta segundos después, Mohamed Salah inventó un verdadero golazo, prácticamente imposible.
El delantero egipcio le ganó la posición a su marcador y ante la presión del arquero en la salida, tuvo que abrirse para la derecha y justamente rematar con la pierna inhábil. El atacante del Liverpool disparó exigido de derecha y la metió contra un poste, haciendo así, un auténtico golazo.
El Liverpool terminó primero en su grupo y clasificando a los octavos de final de la Champions League. Salah, figura del partido.