En las últimas semanas, Barcelona se vio convulsionado por la tensa relación que estaría manteniendo Antoine Griezmann con Leo Messi. Medios españoles informaron que no se hablan en las prácticas y hasta poca conexión dentro del campo de juego. Sin embargo, luego del triunfo contra el Celta, apareció la imagen menos pensada.
El argentino, que marcó tres goles, fue a abrazar directamente a Griezmann en el medio del vestuario, para celebrar el triunfo que ubica al Barcelona como líder de LaLiga junto con el Real Madrid.
Medios españoles llegaron a decir que a fin de año, Griezmann podría dejar el Barcelona por la incomodidad de jugar con alguien que no se habla. Lo cierto es que no hay nada de eso y que ambos pueden convivir de la mejor forma.