Hope Solo, la legendaria arquera de la selección estadounidense marca la cancha en las diferencias entre el fútbol femenino y masculino.
Después de jugar 17 años en la selección de Estados Unidos, con 202 partidos, dos medallas olímpicas de oro -Beijing 2008 y Londres 2012- y el Mundial del 2015, Solo se ha convertido en una referente. Durante los Juegos Olímpicos de 2016 logró mantener la portería en 0 durante 100 partidos consecutivos, algo que sólo logró también Iker Casillas.
Desde sus inicios buscó visibilizar las desigualdades -sobre todo, las económicas- que existen entre varones y mujeres en el fútbol estadounidense y no temió enfrentarse a los poderosos al hacer públicas sus denuncias.
"Somos las mejores del mundo, tenemos tres copas mundiales y cuatro campeonatos olímpicos, pero a los varones les pagan más solo por asistir de lo que nos pagan a nosotras por ganar".