No hubo la suerte de la otra doble fecha FIFA esta vez para la selección argentina. Porque lo que parecía una victoria segura contra Paraguay (pudo ser 2-1), terminó en un amargo empate 1-1 por "culpa" del árbitro brasileño Raphael Claus, de dudosa actuación.
No sólo le anuló mal un gol a Messi por una falta (falta que fue, pero mucho antes del gol) sino que no expulsó a Ángel Romero de Paraguay por una entrada durísima a Palacio en el primer tiempo, que se fue lesionado directo a una clínica.
Messi se le quejó varias veces al árbitro y tras el gol, al parecer, perdió la paciencia y le dijo: "Ya nos cagaste dos veces, ya nos cagaste dos veces". Messi de hecho esperó al árbitro al término del partido pero este lo evitó y el Diez argentino se fue al vestuario de mal humor, invitado por su amigo Di María, que tampoco tuvo una noche brillante, ni mucho menos.