Sergio Busquets y el arte de liderar un equipo, su partido contra Costa Rica
Sergio Busquets hizo del fútbol un arte con la Selección de España
Ver la presentación de Sergio Busquets contra la Selección de Costa Rica fue una caricia en tiempos 2.0, un túnel del tiempo que no conoce de eras. El director de orquesta, inalterable al calendario, volvió a demostrar que se corre con la cabeza, donde sus bondades son las de un maratonista.
Luis Enrique entendió que tenía que rodearlo para no dejarlo expuesto contra las velocidades en transiciones defensa-ataque y a esa caja quinta se la desbanca con posesión de pelota. Los números asustan: 81% de tenencia contra una espasmosa Costa Rica que sacó un rojo 19%.
El único sobreviviente del título en Sudáfrica fue una cátedra de fútbol. Vértice del triángulo de Rodri y Laporte hacia atrás y de Gavi-Pedri para adelante. Mención aparte para un punto alto de Luis Enrique: los dos chiquitos del Barcelona nos trajeron de la retina al dueto histórico de Xavi-Iniesta. Si bien son todavía proyecto, su andar pinta más que bien.
España no tiene nueve fijo, y eso en parte para la idea del entrenador es mejor. La permanente movilidad de Dani Olmo, Ferrán Torres y Asensio de falso centro atacante le permiten generar espacios para el pase vertical.
Busquets estuvo en cancha 63 minutos y completó 106 pases, casi la misma cifra que todo Costa Rica (120). Capacidad inoxidable de jugar a un toque, de entender cuando lateralizar con los marcadores de punta, cuando rebotar corto para algún interno o cuando profundizar para los delanteros.
Nobleza obliga, el rival fue un caos. Borges y Tedeja van a soñar con el toquerío en la zona media. La Furia Roja (esta propuesta más que furia es caricia) realizó 1043 pases con un 94% de efectividad en las entregas. Insoportablemente efectivo.
Alemania representará otra medida y acá será importante ver como los ibéricos resuelven la propuesta rival en defensa. Rodri no es central y Laporte llega sin ritmo después de la operación de rodilla. Azpilicueta si puede darle algo más de solidez en el lateral derecho, compensando el ataque por el lado de Jordi Alba en modo Roberto Carlos.
Sergio Busquets jugó un partidazo contra Costa Rica
Acá aparece un dilema a destrabar porque el equipo de Hansi Flick copa la mitad de la cancha con Gundogan-Kimmich más los tres media puntas, Gnabry-Muller-Musiala. Hay un antecedente a favor: en 2010 ocurrió lo mismo y el elenco de Del Bosque le ganó en semis 1 a 0, con más del 70% de posesión y un toquerío permanente.
En su cuarta y última Copa del Mundo, Sergio Busquets quiere convertirse en el único español en ganar dos veces el ansiado trofeo. Seguramente, su legado a modo de partitura se recordará por más que no llegué a la gloria máxima en Qatar. A disfrutarlo lo que queda.
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