Jugar sin sentimiento: el alma de Messi se lo quedó Laporta en Barcelona
El argentino vive sus peores momentos en PSG
"Esto es realmente difícil para mí después de tantos años aquí, toda mi vida. No estoy listo para esto. Después de 21 años me voy con mis tres hijos catalanes argentinos. Hemos vivido en esta ciudad, esta es nuestra casa", fueron las palabras de Lionel Messi en la conferencia de prensa de despedida del FC Barcelona. Y posiblemente (a título personal), el alma de Leo Messi futbolista haya quedado en el suelo en ese mismo momento que hablaba al mundo.
Leo Messi no se esperaba ser echado así del FC Barcelona porque además de dejar de ser futbolista del club de su vida, Messi dejaba su vida. Era eyectado de su vida en el día a día y con ello, en un suspiro debía dejar de vivir en su casa, llevarse a toda su familia, cortar lazos personales, y cambiarle totalmente la vida a sus seres más cercanos.
La composición de un futbolista no es solo la habilidad dentro del campo. Es también la fortaleza y la salud mental, el estado anímico, la confortabilidad externa, y una rutina que facilita muchas cosas.
Sin embargo, lo que conoció Messi yéndose al París es jugar para una camiseta por la que no tiene sentimiento alguno. Siempre defendió la camiseta del FC Barcelona de la misma forma que la de la Selección Argentina y al momento de jugar siempre estuvo el corazón suyo en el medio. Ahora, el PSG no le ofrece ni una pizca de fuego sagrado y pocos motivos para defender la nueva camiseta como aquellas dos.
De hecho, esa es una de las diferencias que tiene el nivel de Messi ahora en la Selección Argentina y en el PSG: un respaldo, un motivo, un sentimiento, las ganas de estar, de ganar, de sentir que estás jugando por algo tuyo, y que te lo impone el alma.
A eso se suma una liga como la francesa, que si hay algo que no tiene es motivación: se gana de punta a punta para el PSG, al margen de algún traspié. Y aún más todavía, se suma un club que no tiene una historia deportiva profunda, que vive de los millones externos y que excepto la Champions, después tiene lo que quiere.
Puede que Messi esté sintiendo un poco el paso del tiempo, pero todavía queda hilo en el carretel. Pero Messi no tiene piel por esta camiseta. Los partidos que puede mostrar un buen rendimiento es por instinto natural de Messi, del talento que tiene él como futbolista, pero quizás PSG nunca disfrute de la mejor versión de Messi: Laporta se quedó con su alma.
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