En agosto de 2020 Messi lo llamó: "No me importa el dinero, quiero jugar allí"

La impactante salida de Lionel Messi del FC Barcelona, la cual se materializó en agosto de 2021 para sorpresa del mundo entero cuando se esperaba que renovara con el club catalán, tuvo un preludio exactamente un año ante, en agosto de 2020. En esa fecha TyC Sports lanzó la bomba de que Messi había enviado un pedido formal al Barça para desvincularse, alegando que su contrato era de tres años y un cuarto opcional y que no haría opción justamente de ese último año.

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El silencio de Messi y su entorno en esas semanas, que parecían eternas, creó especulaciones de todo tipo. Messi finalmente no se fue y no desmintió su deseo de irse, deseo frustrado por la directiva que encabezaba Josep María Bartomeu.

En ese ínterin lleno de rumores, se especuló con un puñado de clubes que podrían fichar a Messi y un nombre salía casi por naturaleza: Manchester City. Mucho antes que el Paris Saint-Germain FC se hiciera con sus servicios, el destino preferido del 10 argentino era el equipo que comanda su exentrenador, Pep Guardiola. Se dijo que Messi quería pasar sus últimos años bajo la dirección de Guardiola, para culminar de la mejor manera su carrera.

Según varios medios, cuando Messi todavía tenía la certeza de que podía romper el contrato con el Barcelona, llamó a Guardiola para ofrecerse y fichar por el club Citizen, sin poner trabas económicas. El Larguero de la Cadena SER detalló la frase que habría dicho la leyenda argentina: "No me importa el dinero, no es una traba, quiero jugar en el City". Esto fue corroborado por la periodista argentina Veronica Brunati.

La respuesta de Pep Guardiola habría sido así: "Si realmente tú te quieres marchar del Barça, yo le diré al jeque que te quiero en el Manchester City". Si así fue la charla entonces nada más había que hacer. Messi expresaba el deseo de seguir ganando títulos en un equipo competitivo y no veía al Barça competitivo. De hecho, en ese mismo programa radial se agregó que la decisión de Messi de fichar por el City era "final" y que nadie ni nada lo iba a hacer cambiar de opinión, ni una potencial renuncia de Bartomeu o la palabra del entonces nuevo entrenador, Koeman, que había llegado en los últimos días de agosto de ese 2020.

Como se sabe, nada de esto se dio. Messi continuó un año más en el FC Barcelona, el curso 2020-21 "en modo protesta" y, cuando había decido que debía seguir, llegó el portazo de Joan Laporta, un puñal por la espalda, que hizo que Messi finalmente sí se vaya del club de toda su vida, y recalara de emergencia en el PSG de Mbappé y Neymar. Un culebrón este, a la altura de la leyenda que es Messi.

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