Brest, el humilde equipo del noroeste, quiere cortar la hegemonía del gigante parisino y quedar en la historia grande
La League 1 se ha vuelto monótona y aburrida. La culpa es de PSG, o en verdad de los millones que llegaron a PSG, lo que provocó que nueve de las últimas once ligas locales queden para el equipo parisino. Solo Lille y Mónaco pudieron cortar una hegemonía que ahora puede tener un competidor surgido de las penumbras.
El humilde Brest es el sorprendente puntero del torneo junto con Mónaco, en un arranque que ilusiona a los fanáticos de este equipo fundado recién en 1950 y que ha deambulado entre las categorías de ascenso y sus fugaces pasos por la elite del fútbol galo. Desde su regreso a la máxima división en 2018-2019, la palabra permanencia es parte del pasado y ahora el sueño se amplificó.
Históricamente, la carta de presentación que tuvo el equipo fue Frank Ribery. En las entrañas del club nació una de las joyas del fútbol francés y el ex delantero ha sido el motivo de orgullo en las últimas dos décadas de vida. Sin embargo, este arranque con cuatro victorias, dos empates y solo una derrota que lo ubican en la cima enciende la ilusión. Su mejor registro histórico es un octavo puesto alanzado en el año 1987 y buscará poder romperlo en la actual campaña.
Brest dio a luz a Frank Ribery, su máxima figura.
Económicamente, su valor de plantilla según Transfermarkt es de 65 millones de euros. Es decir, que con el posible precio de Kylian Mbappé (180) se podrían comprar todos los jugadores en tres oportunidades. A enorme distancia de los mil millones que cuesta la plantilla de PSG, casi 15 veces más cara.
Paradójicamente, la tabla de posiciones marca algo a la inversa porque Brest figura en lo más alto, por delante del propio PSG y otros clubes históricos como Lyon y Olympique de Marsella, el único que hasta el momento pudo ganarle un partido.
El equipo de Eric Roy solo incorporó por 3,5 millones de euros: llegaron Mahdi Camara (3 millones) y Bradley Locko (500 mil) más Martín Satriano, Billal Brahimi y Kamory Doumbia (todos a préstamo) aunque perdió a su gran figura de la última temporada, el delantero Franck Honorat (al Borussia Monchengdlabcah en 8 millones). Con ese humilde presupuesto, el entrenador Ha logrado amalgamar un equipo que promete dar pelea, aunque deberá sostenerlo en el tiempo, tarea no menor.
PSG vale 15 veces más que Brest, sin embargo está debajo en la tabla.
Cultor del cero en el arco propio, el puntero sorpresa de la League 1 marca poco (8 goles en 6 partidos) pero también le anotan en baja cantidad (6 tantos) y va engrosando sus cifras siendo efectivo e inteligente para mantener la diferencia. Acertó con las llegadas de Camara (enganche) y Satriano (el nueve), en un póker ofensivo que completan Le Dounaron y la gran figura Romain Del Castillo (3 goles y otras 2 asistencias).
Con un gigante dormido como PSG capaz de despertar en cualquier momento, Brest deberá sostener una pelea ampliamente desigual en el tiempo, algo que parece como un desafío casi imposible. Tras un arranque esperanzador, le queda lo más difícil: ser regular para poder lograr la marca de un equipo humilde campeón de Francia, algo que hizo por última vez Girondins en 2008.