Basta de mentiras: Atlético de Madrid está obligado a ser campeón
Con fuertes inversiones y un crecimiento constante, Atlético de Madrid debe dar pelea en todo lo que juegue, algo que no hizo esta temporada.
"Estamos listos por si fallan Real Madrid o Barcelona", dijo Diego Simeone hace unos días. El slogan no le sirve más. Atlético de Madrid ya no es un equipo mediano de bajo presupuesto. Antes podía caer bien esa frase a modo de excusa. Desde hace un lustro que quedó desactualizada. Por inversión, por lo hecho en los últimos años y por dimensión del club, el Colchonero tiene que competir en todos los frentes, algo que este año no ocurrió.
Diego Simeone sigue empecinado en destacar que su club está un escalón por debajo de los dos grandes de España, algo que él mismo en su ciclo dorado se encargó de derribar. Ahora, a falta de resultados, el Cholo hecha mano a un escenario ficticio.
Atlético de Madrid cierra una temporada negativa por donde se la mire. Ha tenido varios desaciertos que llevaron al equipo a quedar fuera de competencia rápidamente.
Error en elección de refuerzos
Atlético de Madrid invirtió poco y nada en refuerzos, algo que no venía haciendo en las últimas temporadas. El club apenas volcó al mercado de pases 29 millones de euros, aunque de los nuevos, solo se salvó Nahuel Molina.
Los demás, casi ni jugaron: Sergio Reguilón cumplió con el 10% de los minutos oficiales, Matt Doherty solo el 1% y Memphis Depay apenas el 12%. Axel Witsel tuvo más rodaje (66%) y puede salir de esa lista negra, aunque no tuvo el nivel que se esperaba de él, jugando más de central que de volante.
Memphis Depay, un refuerzo modo fiasco.
Sin nueve de área
Diego Simeone cometió un error grave tras dejar ir a un Luis Suárez que siempre rindió: jamás encontró un goleador de raza. Álvaro Morata era el apuntado a ser el nueve titular, pero su rendimiento y los continuos cortocircuitos lo marginaron de los partidos clave. Cunha salió a préstamo a Wolverhampton y Depay casi no jugó. Así, la delantera fue con siempre dos media puntas: con Antoinne Griezmann (genio y figura) más otro livianito de acompañante: Correa, Lemar o Carrasco.
Plantel corto y lesiones
Nobleza obliga, Diego Simeone tuvo que afrontar tres competencias con una plantilla reducida y sin tanto recambio. Sumado a eso, las lesiones le hicieron perder jugadores importantes para su idea: Oblak no jugó en los últimos nueve partidos de liga, Reinildo sufrió la rotura de ligamentos en su rodilla, Stefan Savic se fracturó un dedo que lo marginó en el final de la temporada y Marcos Llorente estuvo a maltraer por sus problemas musculares.
La lesión de Oblak lo marginó en la parte final de la temporada.
El golpe duro de Champions League
Sin dudas que el torneo continental era el principal objetivo, sin embargo, el equipo quedó afuera rápidamente. En un grupo dentro de todo accesible con Porto, Bayer Leverkusen y Brujas, el Colchonero fue último y ni siquiera clasificó a Europa League. En diez años, solo no había superado zona de grupos en la edición 2017-2018. Después, siempre jugó play offs.
Afuera de Champions League en zona de grupos, algo que le pasó dos veces en diez años.
Afuera de los otros dos objetivos
Más allá del sueño trunco en Champions League, Atlético de Madrid se despidió rápidamente de las otras dos competencias. En Copa del Rey, Real Madrid lo dejó eliminado en cuartos de final, mientras que en La Liga estuvo siempre lejos del líder Barcelona y jamás estuvo en condiciones de dar pelea.
No le pudo ganar ni a Real Madrid ni a Barcelona en todo el año.
Perdedor en el mano a mano
La frase de Simeone si se ajusta a los resultados que tuvo cuando le tocó medirse cara a cara con Barcelona o Real Madrid, a quienes nunca pudo vencer en la temporada. En la Liga, Barcelona le ganó los dos partidos de la temporada, mientras que con Real Madrid perdió y empató. Además, el Merengue también lo sacó de la Copa del Rey.
Ver más: Al Hilal se queda sin palabras; la demoledora respuesta de Messi a su oferta
Esta nota habla de:
