El dueño del club le prohibió patear el penal, luego lo erraron, y descendieron
Hecho increíble en el fútbol búlgaro, por la bronca, el dueño del equipo desafilió al club
En la primera división del futbol búlgaro se enfrentaron el Tsarsko Selo con el Lokomotiv Sofia. No era un partido más, con la temporada llegando a su fin, como en la mayoría de los países, este encuentro definía la permanencia de uno de los equipos en la máxima categoría del fútbol local.
Solo la victoria le servía al Tsarsko Selo para quedarse en el primer nivel. Las cosas no empezaron bien hasta que al minuto 73 empataron el match, quedaban quince minutos para ir por la épica victoria. La esperanza llegó en el último suspiro cuando el árbitro pitó penal, la salvación no parecía estar tan lejos. Pero en lugar de traer soluciones, el penal trajo problemas.
Yusupha Yaffa uno de los delanteros del equipo, había entrado unos minutos antes y no dudó en agarrar la pelota a pesar de no ser el pateador designado. Ante esta situación el propietario del club Stoyne Manolov entró a la cancha dispuesto a interrumpir la pena máxima, de manera violenta e insólita increpó a Yaffa y lo apartó dejándole en claro que no debía ser él el responsable del penal. El delantero se mostró sorprendido y terminó discutiendo fuera de la cancha con el dueño del club una vez terminado el encuentro.
%uD83C%uDDE7%uD83C%uDDEC Bulgarian club Tsarsko Selo had a penalty in the last minute to keep them up.
— Sunday League (@SundayShoutsFC) May 24, 2022
The club owner came onto the pitch to change the taker. A different player then missed the penalty. %uD83E%uDD23
They got relegated, and the club has now dissolved. %uD83D%uDE33%uD83C%uDDE7%uD83C%uDDEC pic.twitter.com/Q2p204lriz
La pelea no fue más que un capítulo de todo este escándalo. Martin Kavdanski, el elegido luego de la polémica invasión, falló el tan disputado penal y se terminó el partido. El Tsarsko Selo descendió y tras el papelón de la jornada se despidió de la primera división y finalmente de todo. Manolov, enojado con la situación no dudó y dictaminó la disolución del club, definió que deje de existir de manera inmediata y que no compita profesionalmente la próxima temporada. Por ese maldito penal, el dueño del equipo y también el arquero del rival, terminaron siendo culpables de la desaparición de un club.
Stoyne Manolov
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