Este es un jugador legendario en serio: La increíble carrera de Roger Milla

 Rusia y Camerún se enfrentaban en el último partido de su grupo en el Mundial Estados Unidos 1994, el equipo africano perdía 3 a 0 y en el entretiempo ingresó Roger Milla, en la primera que tocó descontó y entró en la historia. El delantero se convertía en ese momento en el jugador de más edad en jugar una Copa del Mundo, en el primer africano en participar en tres mundiales y en el goleador más longevo, récord que aún se mantiene imbatible. El camerunés tiene una de las carreras más increíbles e irrepetibles. 

Roger Milla nació en Yaundé, capital de Camerún, y su apellido era Miller. Eran los años setenta y Roger jugaba en la calle con amigos hasta que se inscribió en las inferiores de Eclair Football Fille de Sa'a en Douala, comenzaba su exitoso camino en el fútbol. Años más tarde debutó en la Primera División de Camerún con el Léopard Sportif, jugó cuatro años (1970-1973) y salió campeón dos veces de la liga, los 89 goles en 116 partidos lo catapultaron a la selección a la edad de 21 años y previo al Mundial de Alemania 1974. 

Roger comenzaba a dar que hablar y lo buscaban otros equipos, en la temporada 1973-1974 pasó al Tonnerre FC y obtuvo la Recopa de África, su primer título internacional. Con un registro histórico de 74 goles en 87 partidos en su último club y con el Balón de Oro Africano de 1976 bajo el brazo, cruzó el Mar Mediterráneo e hizo lo que nadie de África podía, llegar al fútbol europeo.

No le fue fácil la adaptación a un nuevo país y a una manera de jugar muy distinta a la de su Camerún natal, llegó a Francia y saltó de club en club en las dos divisiones más importantes del fútbol galo. Vistió las camisetas del Valenciennes FC, AS Mónaco, SC Bastia, Saint-Étienne y el Montpellier. Sus primeros dos años fueron los difíciles, una vez adaptado ganó la Copa de Francia con Mónaco y otra con el Bastia, además de aportar con sus goles para los ascensos. A la par comenzaba a escribir sus líneas en la historia de su selección. Clasificaban al Mundial de España 1982 y hacían su debut en la competición, quedarían eliminados sin perder ningún partido y empatando los tres. Dos años después integraría el plantel campeón por primera vez de la Copa Africana y repetiría en 1988 con él como figura.

En 1990 y jugando en una pequeña isla paradisiaca llamada Reunión, cerca de Madagascar, Roger estaba retirado del fútbol de elite y competitivo, hasta que recibió una llamada. Quien estaba del otro lado era el presidente de Camerún, Paul Biya, lo quería convencer para que se sume a la selección y juegue el Mundial de Italia 90 con sus compatriotas, el goleador aceptó.

Roger Milla se preparó y a los 38 años estaba listo para liderar a un equipo que sería la revelación del mundial. Debutaron con la Argentina campeona de Maradona y se llevaron la victoria, no pudo convertir Roger, pero se tenía guardado un doblete para el segundo partido, victoria frente a Rumania y el pase a octavos estaba conseguido. La historia de este imparable delantero todavía tenía muchos capítulos por delante y uno de los más recordados sería el choque con Colombia por los octavos de final. En Nápoles, no se sacaban ventajas y pasaron al tiempo extra, era el tiempo de Roger Milla, venció a Higuita una vez y luego le robó la pelota de los pies en un regate fallido del arquero, liquidaba el partido con el arco vacío. Pasaron a cuartos de final, algo inédito hasta ese momento para selecciones africanas, perdieron con Inglaterra, pero las celebraciones de Roger en los banderines del córner quedaron en el recuerdo de muchos. Ese mismo año, alzaría nuevamente el Balón de Oro Africano.

Su buen rendimiento hizo que se replantee su retiro, se dio cuenta de que todavía podía dar más y así lo hizo, volvió al Tonnerre FC de su ciudad natal, allí disputó 116 partidos y marcó 89 goles, era 1994 y tenía 42 años. En ese año, recibió otra llamada inesperada, quedó dentro de la convocatoria para el Mundial EE. UU 1994, desde un sector de la prensa se oponían a esta decisión por su edad. Iba a compartir plantel y a enfrentar a jugadores que no habían nacido cuando el delantero hacía su debut en la selección en la década de los setenta. 

No sumó muchos minutos en su última edición presente, tampoco lo necesitó, con pisar el césped unos segundos ya estaba dejando su firma en la historia de los mundiales, se convirtió en el primer africano en participar en tres mundiales (1982, 1990 y 1994) y en el más veterano entre todas las selecciones en ese momento. Su descuento en la goleada 1 - 6 frente a Rusia lo hizo dueño de uno de los récords más difíciles de superar hasta la actualidad, el camerunés marcó un gol con 42 años y 39 días. 

Le puso punto final a su paso por la selección con un registro de 77 partidos y 43 goles, ganó dos Copas de África y rompió récords mundiales. Su trayectoria superó las fronteras de su país y representó a todo el continente. No conforme con lo hecho, siguió rompiendo redes en Indonesia, donde jugó en dos equipos y gritó 41 goles en 37 partidos, estaba intacto. En 1996, volvió al Yaundé para retirarse de una vez por todas, pero al año siguiente se fue a préstamo a EE. UU, con menos de 10 partidos y con casi 50 años terminó su cesión. Finalmente se retiró en la temporada 1998/99 en el Tonnerre, después de tantos goles, récords e idas y vueltas, está vez fue la definitiva.

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