Los primeros y olvidados argentinos que jugaron para México
Los primeros y olvidados argentinos que jugaron para México
No será el octavo como informaron varios portales deportivos una vez conocida su convocatoria. Tampoco el noveno. No: Rogelio Funes Mori será el décimo argentino en vestir la casaca de México. Y es que antes de los siete recordados en las últimas semanas por haberlo hecho (Carlos Lara, Gabriel Caballero, Guillermo Franco, Matías Vuoso, Lucas Ayala, Damián Álvarez y Cristian Giménez) hubo dos totalmente olvidados por estos días.
Se trata de Antonio Félix Battaglia y Alfredo Venancio Costa, futbolistas nacidos en Buenos Aires y formados en las inferiores de Vélez Sarsfield que jugaron respectivamente como zaguero y volante central para la Selección Mexicana en el Campeonato Panamericano (sin límite de edad) organizado en Chile entre marzo y abril de 1952, del que también participaron el seleccionado local, Panamá, Perú, Uruguay y el finalmente campeón Brasil.
Battaglia y Costa con el plantel de México
Battaglia lo hizo como titular en los cinco partidos del Tri; Costa sólo en uno (victoria por 4-2 ante Panamá) y en otro (0-3 ante Perú) tras reemplazar a los 46 a Rafael Rivera. Ese que los dos jugaron de entrada contra Panamá fue el único triunfo de México, que perdió sus otros cuatro partidos y terminó anteúltimo.
Antonio Battaglia en Vélez
Curiosamente, el zaguero ya había jugado un "panamericano" a los 18 años para Argentina, en el marco de los Juegos Panamericanos celebrados en 1937 en Dallas, Estados Unidos.
Tras jugar 33 partidos en Primera y sólo uno en Segunda para Vélez, en 1941 Battaglia fue adquirido por Boca, con cuya casaca no alcanzó a debutar en Primera por una lesión de rodilla. Sí pudo hacerlo para Atlanta entre 1942 y 1944, año en que arribó a México contratado por el León para integrar el equipo con el que ese club (fundado un año antes) debutó en la Liga Mayor, logrando un honroso cuarto puesto.
Costa llegó a México poco después también como zaguero, luego de integrar esporádicamente el Vélez campeón de Segunda de 1943. Al año siguiente, en su segundo partido en Primera lo echaron por agredir a un rival. La suspensión de seis fechas que le aplicaron y el hecho de haber varios excompañeros suyos en el León fueron claves para su arribo a ese club.
Battaglia (último de los parados) y Costa (primero de los agachados
Con los protagonistas de esta nota, los Esmeraldas lograrían varios títulos de Liga y Copa entre 1948 y 1952, año en que su plantel fue la base del Tri en aquellos Panamericanos de Chile. Aunque no sólo por esto los dos argentinos se afincaron en tierra azteca: ambos se casaron con mexicanas y tuvieron una muy próspera vida allí.
Costa contrajo nupcias con una mujer muy adinerada, por lo que en un regreso a Buenos Aires llegó a agradecerle al árbitro que lo había expulsado en 1944; Battaglia se convirtió en un exitoso empresario del calzado, creando la marca "Blasito". En 1956, inclusive, llegó a ocupar circunstancialmente el cargo de ¡presidente! del León, donde aún se lo recuerda mucho y con gran cariño... aunque no ocurra lo mismo con su paso por la Selección Mexicana, claro.
Por Esteban Bekerman: Periodista, docente de historia del fútbol y director de Entretiempos
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