El Manchester City tuvo uno de los peores primeros tiempos de la temporada. El equipo de Pep Guardiola fue arrollado por el Liverpool y en 18 minutos se encontraba 2-0 abajo por los goles de Konaté, pero sobretodo por el gol de Sadio Mané.
El Manchester City quiso salir jugando desde el fondo y el arquero Steffen, dudó con la pelota en los pies. Y marcando la tendencia que crece ahora en el fútbol europeo, Sadio Mané fue con todo a presionar a Steffen.
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El arquero del City dudó tanto, que Mané se tiró a sus pies, y luego de un rebote, el balón ingresó en el arco del City para el 2-0. Guardiola fue directo a sentarse en el banco de suplentes y Steffen se quedó tomando la cabeza, sin creer lo que había pasado.
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