Lautaro Martínez: De figura del fútbol argentino a ídolo del Inter de Milán
Héroe absoluto, el Toro marcó el gol ante Inter que decretó el pasaje a la final de la Champions League. El camino del nuevo rey de la ciudad.
Lautaro Martínez está en el aire. Su grito de gol, bien pleno en la boca, es el resumen de la euforia interista, hoy finalista de Champions League tras dejar en el camino ni más ni menos que al Milan. Antes de ser héroe absoluto e ídolo de la mitad de la ciudad, al Toro le llevó un tiempo lograr adaptarse para convertirse en el gran referente que es hoy, un camino que transitó con paciencia, perseverancia y gestación de crack.
Tras una aparición estelar en Racing Club, Inter de Milán fue por su pase. Lautaro ya brillaba en las juveniles de Argentina (jugó el Mundial sub 20 de 2017) y era la figurita del fútbol argentino. La inversión fue arriesgada pero hoy suena a un vuelto: el Nerazzurro pagó 25 millones por sus servicios en 2018, dejando en Argentina 27 goles en 62 partidos (hoy su valor es de 80 millones, según Transfermarkt).
Lautaro Martínez, la mejor inversión de Inter en la última década.
Llegó a la Ciudad de la moda para la temporada 2018-2019 y su adaptación no fue fácil. Hay un tema clave en esto: en sus inicios era media punta o segundo delantero, siempre jugando con un nueve de referencia, en Inter se convirtió en centro delantero bien de área, algo que fue adquiriendo y puliendo con el paso del tiempo.
En su arribo el referente total era Mauro Icardi, quién lo apadrinó como compatriota y lo ayudó a no sentir el salto abrupto que significa cruzar el charco. El nueve titular era el ex canterano del Barcelona y Lautaro sumaba minutos como acompañante. El primer año cerró con 35 partidos jugados y nueve goles, sería apenas el comienzo.
La temporada siguiente empezó a insinuar su potencial. Inter dejó ir a un polémico Mauro Icardi y trajo a Romelu Lukaku, y si bien el cambio fue pieza por pieza, para Lautaro significó una gran solución. Junto al belga formó una dupla de ataque temible y fue en ese año cuando se sintió titular por primera vez. Más parecido a su época inicial en Racing, como segundo atacante con la bestia en el centro del área, el Toro empezó a mostrar sus condiciones de crack.
El equipo de Antonio Conte elevó la vara: fue segundo de Serie A, semifinalista de Copa Italia y aunque fue eliminado en primera fase de Champions League, llegó a la final de la Europa League, donde cayó con Sevilla, el dueño del torneo. Su primer título en el club era cuestión de tiempo.
A nivel individual también mejoró su registro: de los nueve goles de su año debut casi que triplicó a 21 conquistas personales y ya Italia lo tomó como un delantero a respetar, mientras el equipo seguía gestando lo que llegaría el año siguiente.
La Serie A de la temporada 20/21 tuvo una actuación superlativa del Toro. El argentino la descoció y fue uno de los puntos más altos de la corona que rompió la hegemonía de Juventus.
El Toro ya ganó un Scudetto, una Copa Italia y dos Supercopas.
Los bestiales 91 puntos, sus 17 goles y sus 10 asistencias redondearon una actuación consagratoria para meterse de lleno en el corazón de los hinchas, que lo adoptaron para no dejar de mimarlo nunca más.
Lo quisieron grandes de Europa, sin embargo, fue inteligente para entender que en Inter ya tenía un lugar de privilegio ganado a base de esfuerzo y buenas actuaciones. Renovó contrato, mejoró sus números y el rendimiento siguió en aumento. Afuera los rumores de Bayern Munich, Barcelona, Real Madrid y Manchester United para alimentar el idilio.
El año 21/22 ya lo tuvo a Lautaro como el nueve que hoy conocemos. De la mano fue también su situación en la Selección Argentina, donde Lionel Scaloni siempre lo utilizó en ese lugar de referencia ofensiva. Con la salida de su cumpa Lukaku, Simone Inzaghi lo puso bien de nueve, por más que Dzeko ya era parte del plantel y no salió más de su hábitat natural.
Un gol a Juventus derivó en el título de la Supercopa y un doblete a Milán (su rival favorito) lo metió en la final de la Copa Italia, título que también ganaría en ese año. Sus 25 goles ya marcaban números importantes a nivel europeo y la capitanía fue también el reconocimiento a su nivel y sentido de pertenencia con el club. La deuda pendiente, pelear a nivel continental.
Ese objetivo quedó saldado esta actual temporada: Inter es finalista de Champions League con un Lautaro mega líder del equipo y va por el sueño esquivo desde 2010, para emular a Diego Milito, el goleador de aquella gesta europea de Mourinho en 2010.
Lautaro Martínez es el eslabón que continúa la cadena de argentinos ídolos de Zanetti y Milito.
Lo de Milan no es verso: con el tanto que le marcó en la vuelta de semis de Champions League, el Toro sumó su octavo grito en el derby de la Madoninna, siendo el argentino que más le marcó al Rossonero y el segundo extranjero en toda la historia.
Milan es su víctima favorita: ya le hizo ocho goles
Sin oportunidades en Serie A, la temporada puede ser soñada de todos modos: Inter está en la final de la Copa Italia (ante Fiorentina) y en la gran definición de Champions League (espera por Real Madrid o Manchester City). Lautaro Martínez ya tiene 24 goles y espera poder gritar en el duelo más importante desde que arribó a Europa para lograr esa ansiada Orejona.
Y como todo parece fluir, su grito en el clásico de la ciudad le permitió llegar a 99 goles oficiales vestido de neroazurro, por lo que el tanto centenario se puede dar ni menos que en una de las dos finales que tiene por delante.
Con contrato vigente hasta 2026 y tras un año formidable, al Toro le lloverán propuestas en el mercado de pases de verano. Sin embargo, la decisión de seguir gestando su camino en Inter es más que seductora. Capitán, ídolo y referente total, a los 25 años puede continuar agigantando su figura, tal como hizo un tal Javier Zanetti. Decide él, como en el área.
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