Le "robó" una Champions al Barcelona y desapareció del fútbol

Le "robó" una Champions al Barcelona y desapareció del fútbol

Le "robó" una Champions al Barcelona y desapareció del fútbol.

Por: BitbolViernes 28 May 2021

Fue héroe y villano en una misma noche. El rumano Helmuth Duckadam quedará para siempre en la gloria del Steaua Bucarest de Rumania y en la desgracia del FC Barcelona. Todo por lo que sucedió en una sola noche, la del 7 de mayo de 1986. Esa noche en el estadio Sánchez Pizjuan del Sevilla CF se jugó la trigesimoprimera edición de la Copa de Europa (nuestra Champions League) entre el "novato" Steaua y el Barcelona, claro favorito, casi local, dado que jugaba en España.

No obstante, el portero, de buzo verde en la cálida noche sureña, se empeñó con sus voladas y, más aún, con sus penales atajados, en destruir el sueño de más de 45 mil catalanes que habían asistido al partido convencidos que se llevaban la primera Copa a casa. En un partido en donde el club culé dominó pese a no desplegar un buen fútbol, el modesto Steaua resistió todo lo que pudo hasta llegar a los penales, en donde el bueno de Duckadam desplegaría toda su habilidad.

Le "robó" una Champions al Barcelona y desapareció del fútbol

El momento cumbre, los penales

Y vaya si la tenía. El rumano le atajó los cuatro penales al Barça: Alexanko, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos Alonso no pudieron batirlo. Eso sí, sus compañeros del Steaua le pusieron algo de suspenso a la tanda, pues los dos primeros penales del club rumano, de Majaru y Boloni, también fueron atajados por el portero del Barça, Urruti. Pero los remates de Lacatus y Balint le dieron la Orejona a los rumanos y materializaron una gesta que prácticamente no se editó nunca más. Pero así como a Duckadam la historia le abrió sus brazos en ese 7 de mayo, apenas semanas después entraría en un oscuro período de infortunios que prácticamente lo retiró del fútbol.

Entre la fantasía y la dura realidad

Las malas lenguas dicen que Duckadam recibió un Mercedes Benz de parte del entonces presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, por haber evitado con sus manos que el Barcelona ganase una Champions. Esto no fue bien visto por el régimen comunista rumano que lideraba el dictador Nicolae Ceausescu quien, para dar un mensaje, habría dado la orden de inutilizarle las manos a Duckadam a base de golpes. Esta historia, fascinante y trágica, fue desmentida por el portero muchos años despeñes.

La realidad es que para julio de ese 1986, estando en su Arad natal, en el extremo oeste de Rumania, Duckadam sufrió una especie de trombosis en su brazo derecho que rápidamente se reveló como grave, no solo para su carrera como portero, sino para su vida. Fue operado de emergencia, con éxito, pero dicha intervención tuvo un costo: no podría seguir siendo portero de fútbol de la elite. La "recuperación" le tomó tres años. Recién regresó en 1989 a jugar en un modesto club de su ciudad llamado Vagonul Arad de la segunda división que hoy ya no existe. Duckadam se retiró en el olvido en 1991.

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Sin dinero, años más tarde tuvo que vender los guantes con los que atajó en la gloriosa jornada del 7 de mayo. Fue empleado de aduana en Bucarest y probó suerte en Estados unidos. En 2012 tuvo que ser sometido a una operación muy similar a la de 1986 que también terminó con éxito. Ya sin bigotes y mucho más gordo, Duckadam ahora es presidente de honor del Steaua Bucarest, un puesto más acorde a su altura.

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