Como Boca: ganaron la Champions sin ganar partidos finales

Como Boca: ganaron la Champions sin ganar partidos finales

Como Boca: ganaron la Champions League sin ganar partidos finales.

Jueves 5 Oct 2023
Carli Barraza
porCarli Barraza
Jefe de redacción de Bitbol

Boca juniors acaba de lograr el pase a la final de la Copa Conmebol Libertadores 2023 con un peculiar "récord": no ha ganado ninguno de sus partidos de eliminación directa. Es decir, no ganó ni en octavos de final, ni en cuartos de final, ni tampoco en las semifinales recientes contra el Palmeiras. Fueron seis empates, la mayoría sin goles y pasando por penales. Es algo inaudito, aunque hay un recuerdo levemente similar con Liga de quito en 2009. Sin embargo, esto trae el registro a nuestros días del campeón de Europa "más pobre" del que se recuerde: el PSV de Holanda, que ganó la Orejona de 1987-1988 sin vencer en los 90 minutos en sus últimos cinco partidos.

Un poco de historia

Hasta aquel entonces (hasta la edición 1991-1992), la Copa de Europa se disputaba únicamente en un formato de eliminatorias a doble partido, sin cabezas de serie y con un particular énfasis en el valor de los goles en campo contrario, que tenían un peso superior a los logrados como local en caso de igualdad en el marcador global. El PSV, conocedor de estas reglas, las utilizó con astucia y estrategia para navegar a través de las complicadas aguas de la competición.

La campaña del PSV comenzó con cierta comodidad, al menos en términos de resultados. En los dieciseisavos de final, se midieron al Galatasaray, superándolo con un 3-2 en el global de la eliminatoria. Un contundente 3-0 en el Philips Stadium parecía haber allanado el camino, aunque el equipo turco logró un 2-0 en Estambul que por poco iguala la contienda.

El PSV se queda con la Champions de 1987-88 tras ganarle en los penales al Benfica.

El PSV se queda con la Champions de 1987-88 tras ganarle en los penales al Benfica.

El paso a los octavos de final presentó un enfrentamiento contra el Rapid de Viena, donde el PSV mostró su superioridad con un global de 4-1, gracias a una victoria 1-2 en terreno austriaco y un sólido 2-0 en casa. Sin embargo, este sería el último sabor de la victoria que el PSV experimentaría en esa edición de la competición, aunque ello no mermó su avance.

Desde los cuartos de final, la travesía del PSV se transformó en una serie de batallas donde la victoria se decidía sin ganar los partidos. El Girondins de Burdeos fue el primero en caer ante esta táctica, siendo eliminado con un global de 1-1, gracias al crucial gol marcado por los holandeses en tierras francesas.

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Las semifinales trajeron consigo un desafío aún mayor: el Real Madrid de la mítica "Quinta del Buitre". Aunque los Blancos eran favoritos, el PSV supo manejar los tiempos y los marcadores. Un empate 1-1 en Chamartín (así se le llamaba al estadio Bernabéu) y un 0-0 en Eindhoven frustraron las aspiraciones madridistas, y de nuevo, el gol en campo contrario fue determinante.

La final en Stuttgart contra el Benfica sería el escenario donde el PSV consolidaría su estrategia de empates como camino hacia la gloria. Tras 120 minutos sin goles, la tensión se trasladó a la tanda de penales, donde los neerlandeses mostraron una frialdad letal, no cometiendo errores y coronándose así campeones de Europa. Esta singladura del PSV se ha quedado grabada en la historia no solo como una victoria de un equipo, sino como la victoria de una estrategia, demostrando que, en el fútbol, hay múltiples caminos hacia la gloria y que la astucia y la táctica pueden ser igual de valiosas que la victoria en el campo.

Boca va por el mismo camino

Boca quiere emular la estrategia de aquel PSV y llevarse la Copa Conmebol Libertadores 2023 sin ganar partidos en las fases finales. Podría incluso lograrlo si empata en la finalísima de Río de Janeiro y Chiquito se hace gigante otra vez desde los doce pasos.

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