El Cholo volvió a hacerlo una vez más y se las arregló para tener otra vez un equipo competitivo que da pelea en todos los frentes.
Parece mentira, pero Diego Simeone está a punto de cumplir 12 años como director técnico del Atlético de Madrid. Cuando llegue la Navidad, el Cholo marcará esa cifra, que se estirará por otros tres años más una vez que se afinen los detalles de una renovación que está al caer.
En esa década y monedas logró lo que parecía imposible: pelearle a los colosos Real Madrid y Barcelona y sacarle de una mesa que era para dos parte de la torta. Son 8 títulos hasta el momento: 2 Ligas, 2 Europa Leagues, 2 Sueprcopas de Europa, una Copa del Rey y una Supercopa de España y esas dos espinas de finales de Champions perdidas, que duelen porque el rival fue Real Madrid.
Simeone le ganó una Liga al Barca en el Camp Nou.
Transitando la primera parte de una nueva temporada, Simeone lo hizo de nuevo. Reinventó con esa habilidad que ya lo caracteriza a su equipo para volver a meterlo en es triunvirato español junto a los gigantes y darle pelea. Esta vez, sin grandes inversiones y con algunas bajas sensibles, no por eso menos efectivo.
El mercado de pases tuvo apenas 33 millones en fichajes, de los cuales 20 fueron destinados a finiquitar la opción de compra por Antoine Griezmann. Es cierto que 11 de ellos son discutibles porque pagó 5 por Javi Galán (de pésimo rendimiento) y otros 6 por Samu Omorodin (a préstamo en Dep. Alavés) pero entendió que ser austero no está mal.
Antoine Griezmann es su GPS dentro de la cancha.
El entrenador argentino se arregló con lo que tenía a mano y no puso el grito en el cielo ante un pedido cansador por fichar a un mediocentro y un delantero de área que nunca llegó. Sino hay refuerzos en esas posiciones, ahi están Koke y Álvaro Morata para dar la cara y ser puntos altísimos de este inicio prometedor.
Es más, con el mercado de pases todavía abierto en el inicio de La Liga, Simeone vaticinó que Arabia Saudita podía armarle un revuelo con un fichaje de última hora, algo que terminó ocurriendo con la salida de Yannick Ferreira Carrasco. La baja del belga era otro motivo para hacer puchero, pero Diego Pablo le agradeció por los servicios prestados y agachó la cabeza.
Como si todo eso fuera poco, las lesiones le dinamitaron la plantilla: en distintos pasajes de este tiempo de competencia fueron baja Molina, Soyüncu, Giménez, Reinildo, De Paul, Koke, Barrios, Morata, Depay, Correa y Savic. Sí, demasiadas ausencias para un plantel corto que afronta tres competencias.
Pero Simeone lo hizo de nuevo. Se aferró al esquema intocable con dibujo 3-5-2 y fue rotando apellidos. La noticia enorme de tener a Oblak bien asentó los cimientos de atrás para adelante. Azpilcueta le dio experiencia y jerarquía e hizo crecer a Sávic, Josema, Hermoso y ahora aguarda por el OK médico de Reinildo.
La cantera no le dio la espalda con Pablo Barrios y Rodrigo Riquelme como claros ejemplos. El volante central dio la cara cuando mancó Koke y el volante fue constante pieza de recambio.
Claro que el salto de jerarquía es y será hasta el fin de sus días Antoine Griezmann. El francés entendió que su lugar en el mundo es vestido de Colchonero y es amo y señor del equipo: 9 goles en 13 partidos y la espalda para manejar al equipo desde su experiencia.
Al GPS del 7 bravo hay que sumarle los goles de Morata. El español pasó de prescindible a número puesto. Acá otro acierto de Simeone: cuando tuvo que rotar, Correa le dio otra cara al ataque sin referencia fija.
Con sus armas, Atleti da pelea. Tiene un valor de mercado de plantel de 432 millones, mientras que Barcelona lo duplica (862) y Real Madrid aún más (está en 1032). Así y todo, está en el pelotón de arriba y puede quedar expectante en el podio cuando se ponga al día con Sevilla.
Cuando inicie la Copa del Rey (Atlético de Madrid lo hace en tercera ronda) se juntarán los problemas de un plantel corto con triple competencia. Por ahora, el Cholo la lleva, como en estos 12 años. Como cada temporada, otra vez, de nuevo.